POEMAS
¡VUELVE CESAR VALLEJO!
(A la memoria del vate peruano César Vallejo,
en el centenario de su nacimiento)
Genio, de verbo pupilado,
atisba implacable el destino blasfemo
que arrastra al Hombre con su mediana trascendencia,
hacia la infame suerte cerrada
por los broches mayores del silencio.
Polifemo del verso, metafísico,
apoyado al círculo de todos los caminos,
de codos, como un Cristo pensativo
pide a Dios por el Hombre, ¡santísimo poeta!
porque acusado el corazón, y luego sentenciado,
del fondo del espíritu, vuelves a la luz
y espías las cruces del mundo consumado.
¡Cholo Vallejo! , con admiración,
vuelve a matizar los jueves redentores de París
con los viernes lluviosos de Santiago de Chuco,
pero siempre sincero con los hombres que lloran
las culpas sangrientas del Bárbaro
contra el Pobre Inocente crucificado,
y además, hermano, solidario con los otros que sufren
las penas del alma encadenada a sus congénitos pecados.
¡Canta, César poético, el profundo dolor humano,
dolor que quiebra al hombre en niños
y al niño rompe en pedacitos,
y revélanos el rostro de la desdicha,
aunque protesten los cráneos estrangulados al tiro
descuadrado y enloquecido
de dos mil daños descargados
en homenaje mayor de las propias tumbas.
Vuela vate de cordillera, invicto al sol
y a la eternidad de las montañas.
(Cementerio de Montparnase -Paris, 1992)
Orbitante del Parnaso
(Al poeta Rogelio Garrido Montañana)
Te saludo como eres mi maestro y amigo.
Eres el Ser Azul de corazón en palma
En tus ojos nacen los destellos del romántico.
Y los versos copian de la fuente de tu alma.
Apegado a tus libros como un niño a su madre
Las musas recogen tu voz fina y en calma.
Montaña de emoción en que tu sien palpita.
Dulce Sirena de mar suspira sobre tu malva.
Siento caminar tus ojos y es extraña la mirada.
Rayas al alba, con letra fresca y espíritu en salva
¿Hacia dónde diriges tu proa visionaria?
Al rimar, tus versos trinan como pájaros.
Artista desde la cuna y místico en la tierra.
Tu palabra es magia de bardo soñador activo.
Un suave viento de España envuelve tu lírica.
Andando el tiempo tronará tu canto altivo.
( Barcelona, 6 de Agosto del año 2,000 )
Hasta cuándo soñaré
Hasta cuándo, hermanos, soñaré
que rozo el espejo del cielo
con mi pecadora mano,
que calmo el fuego ígneo de la tierra
con mi apagada lengua,
que detengo el ala monstruosa del tiempo
con mi escribir pausado.
Hasta cuándo, hermanos, soñaré
hallar los días de mi suerte
en las mesas de lejanas bibliotecas.
Hasta cuándo de este punto me alejaré,
sin pena y sin gloria, como buen don nadie.
Hasta cuándo, hermanos, soñaré
que brilla la luz en mis ojos.
(The New York Library
New York, 10/06/1997)
RETORNO
Entrecortados mis pasos giran
por la verde ruta de Amsterdam.
A media Europa estoy de la ciudad
donde anclaré.
En la soledad de mi maleta traigo
mi pensar camuflado y mi dolido sentir,
testigos mudos de esos caminos
que devoraron mis zapatos,
esos que acortaron mis distancias
y renovaron mis sueños.
Agolpo el tiempo en un instante,
y suspiro entre el sudor de mi camisa:
¿Qué será de mi Dulcinea?
hermosa chica de mi barrio
que ya nunca me amará.
¿Qué será de mi madre?
tierna mujer de blancas manos,
un tesoro, que mi pecho siempre vivirá.
¿Y qué será de mí?
Incansable pequeño caminante
que busca destino entre la lluvia mundanal…
Dubitativo, me giro y resuelvo
volver a la hispana tierra
donde viviré, legalmente, a mi regreso.
( Amsterdam, Junio de 1997 )
NOSTALGIA Y ANHELO DE MIGRANTE
Pueblo mío! Zanjas oscuras palpaba
cuando sembraba en tus campos desolados.
Y para no verme sufrir más
a la ciudad capital emigré un día.
Pero sólo hallé tristeza en los tugurios,
humillación dentro las fábricas,
violenta represión en los asentamientos.
Hasta de las calles me desalojaron
junto a otros compañeros ambulantes
que buscábamos allí el sustento.
¿Por qué sin techo y sin pan quería dejarnos
la vieja sociedad?
Pero ¿qué culpa tendrás tú, Perú,
del egoísmo que separa a tus hijos?...
Si los perdonas o castigas, verás tú
Pueblo de Dios, ellos saben lo que hacen.
Más hoy queremos un Perú Nuevo,
que se forjará con la fuerza de los trabajadores.
Y, entre ellos, los migrantes,
sedientos de justicia, que izamos la pluma
para grabar con letra de oro, en lo alto,
la grandeza de tu historia.
( Lima, 27 de Noviembre de 1,989)
REMINISCENCIAS
Al ponerse la luz sangrienta del sol
me toca la nostalgia y evoco mi cuna
desciendo por la mítica ladera del ayer
y mi alma revive sus puntos terrenales.
El sembrío desolado sobre honda riqueza
acorazada por Natura desde la Creación.
Dios supo por qué emigré a la ciudad de locos abrasados.
Oh! Ilusión vertida en triste tugurio.
Mis esperanzas lidiaron fabril humillación.
Como otros pobres, fui diligente protector
de lote baldío cogido por necesidad.
Paseé después por callejas sombrías
mi pena de trabajador sin puesto de trabajo.
Al cielo imploré, entonces:
un mundo mejor habrá para nosotros algún día.
(Lima, 27 Agosto 1991)
Alma Administrativa
(Para los trabajadores administrativos)
Atentas las manos administrativas
en local criadero de nervios, allí donde siempre repican
encargos y voces jerarquizadas.
La administrativa esmera el alma y corre,
cual rutinaria avestruz, entre muros plagados de normas,
y espera a la vez consideración.
Agobiada ya desde el rincón parcelado,
atisba su número en la lista codificada.
Y decide esquivar el arduo trabajo
para buscar la luz que alienta el alma púdica.
Su esperanza escapa de la congruente plataforma de seres,
de máquinas insensibles y legajos destinados al polvo.
... Y renace su dorada ilusión por la vida.
(Barcelona, octubre 2002)
OBRERO
Hombre que vives produciendo piezas
junto a tu máquina y a ritmo acelerado
diariamente, de nueve a veinte horas
obedeciendo las órdenes del encargado.
Hombre que sueñas en silencio
y sufres para adentro con resignada dignidad..
Noble peón de mameluco oscuro,
que de continuo y con ágiles brazos
alimentas el tanque de tu automática,
afinas piezas recolectadas en capazos
y ordenas el producto acabado
en los palets apuradores de tu mecanizado servicio.
Hermano, ¡cuánto esfuerzo desplegado!
ante el desfile imparable de materiales,
mientras tu estómago engañado
por simple y poco nutritivo bocadillo
aguanta, como tus lomos ya quebrados,
hasta las mil jornadas intensivas. …
¿Y cuánto ganas hermano por tu arduo trabajo?
el patrón te paga migajas salariales
más horas extras al precio de un pan cada una!
Piensa ¡respetable obrero!
y verás llegada la hora de que tu voz truene alta y
promisoria en defensa de tu derecho universal.
Barcelona, Octubre de 1993
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