EL BARDO FELIPE PINGLO
EL BARDO FELIPE PINGLO
Felipe Pinglo Alva, considerado el Padre de la Música Criolla nació en Barrios Altos, Lima, el 18 julio de 1899. Desde muy joven, forja en su espíritu esa inquietud por interpretar la condición humana, el ver y sentir lo que sucedía a su alrededor, con su innata agudeza intelectual y su creciente ilustración poética, que acrecentaron su capacidad para la inspiración musical y compuso temas sobre el amor, las costumbres y la realidad social del país.
En la época en que aparece Pinglo, la bohemia de Lima, integrada por bardos, trovadores y músicos de la adormilada guardia vieja, componían valses y polkas todavía influenciados por géneros musicales provenientes de otras latitudes, como la zarzuela española y otras composiciones destinadas a ser bailes de salón.
En aquellos años, la vida o movimiento en las calles de la capital era aún lento, parsimonioso. Lo dice en El Plebeyo: “en la ciudad la gente que cruza las calles con pausada acción”, cosa que difiere de los posteriores años 70, 80 y 90 donde multitudes de gente invade las calles incluso pasando por encima de las estructuras añejas y las costumbres tradicionales.
Su obra surge en un momento de transición de la sociedad peruana hacia otros estadios sociales, culturales y políticos. Cuando se va dejando atrás la fuerte influencia que había dejado la Colonia, con una aristocracia aún predominante, que divide las clases sociales y marca la diferencia entre los sectores ricos y pobres. Lo recalca en su tema “El plebeyo”. Luis Enrique, el hombre modesto, un hijo del pueblo que se gana la vida con esfuerzo, y que se atreve a amar a una mujer pudiente que lo tiene todo a su disposición. Y que sufre el desaire, por lo que se pregunta: “¿Señor por qué los seres no son de igual valor”, midiendo esta diferencia valorativa por el rango social.
Pinglo revoluciona la música criolla, le añade su estilo personal, con tintes románticos, sentimentales y amplia perspectiva social, que la convierte en música vernácula con la que cualquier ciudadano puede identificarse. Sus valses, matizados de versos, creados al compás de la vida cotidiana, se han popularizado y traspasado las fronteras de Perú. Tras él vendrían generaciones de compositores y cantantes criollos como Jesús Vázquez, Carmencita Lara, Lucha Reyes, Manuel Donayre, Oscar Avilés, Arturo “zambo” Cavero y otros tantos intérpretes que han enriquecido el acervo cultural peruano con este tipo de música.
En el “El Espejo de mi vida”, el autor retrata a un hombre que ve reflejada su propia vida en un espejo. Resalta su época de juventud, cuando era un triunfador en el amor. Dice “Tuve amores y mujeres a porfía/ fui mimado y halagado en el amor” Y la compara con su estado actual de senectud, el decaimiento de las fuerzas y la nostalgia por amores pasados. Dice. “Ya estoy viejo tengo arrugas en mi frente/ mis pupilas tienen un débil mirar/ y mis labios temblorosos y arrugados saboreando están los besos que ayer dieron y hoy no dan”. (Una canción que hasta mi padre, en sus últimos días postrado en una cama de hospital, tuvo el ánimo y disposición para entonar. Él, al igual que muchos peruanos que se sienten criollos, cantaba temas del maestro.)
Felipe Pinglo Alva, reconocido como máximo exponente de la música criolla creó temas plenos de ritmo y cadencia, con mensaje de amor y esperanza, como “El Huerto de mi amada”, “Hermelinda”(dedicada a su esposa), “Melodías del Corazón”, “La oración del Labriego”, “Suelos de Opio”, “Claro de Luna”, Celos”, “Jacobo el leñador”, “Pasión y Odio”, “Amelia”, “La obrerita”, “Bouquet”, “Horas de amor”, “El Canillita” “De vuelta al barrio” (compuesta tras una corta temporada de residencia en el distrito de La Victoria). Sus más de 60 creaciones, pulidas por su pluma, le hicieron merecedor al elogio y aplauso. José María Arguedas, dijo que “Felipe Pinglo le enseñó a los limeños a querer su música” Diríamos que no solo le enseñó a los limeños sino a todos los peruanos.
El llamado “bardo inmortal” falleció a los 37 años, el 13 de mayo de 1936, a causa de una penosa enfermedad, aunque él sigue viviendo a través de su obra musical, que ha obtenido ya amplio reconocimiento y llega a formar parte de la historia nacional.
Barcelona, 7 Noviembre de 2012