LA MUSA DEL ESPEJO
Anoche, cuando la hora silenciosa
aleteaba como ave en la penumbra
descubrí mi rostro lírico
en el reflejo de tus ojos claros.
Atónito observé la silueta descarnada
de mi alma en desarrollo.
Anoche comprobé que mi vida
LA MUSA DEL ESPEJO
Anoche, cuando la hora silenciosa
aleteaba como ave en la penumbra
descubrí mi rostro lírico
en el reflejo de tus ojos claros.
Atónito observé la silueta descarnada
de mi alma en desarrollo.
Anoche comprobé que mi vida
y mi arte emborronado
son visiones inciertas de terco Quijote
Encarnas tú la pupila transparente
en el punto crucial de mi destino
Mujer, de belleza nívea,
deja posar mi mundo misterioso,
en la tibieza de tu lar prohibido.
Barcelona, junio 1998