MARIO BENEDETTI: EL ESCRITOR COMPROMETIDO

MARIO BENEDETTI: EL ESCRITOR COMPROMETIDO

Mario Benedetti nació el 14 de setiembre de 1920 en la localidad de Paso de los Toros (Tacuarembó-Uruguay). En 1924 el pequeño Mario fue matriculado en el colegio alemán de Montevideo, el que abandonó a los 13 años por la imposición del saludo nazi a los estudiantes. Ingresó al Liceo Héctor Miranda, del que se marchó también sin terminar los estudios secundarios. Su formación futura será la de un autodidacta.

MARIO BENEDETTI: EL ESCRITOR COMPROMETIDO

Mario Benedetti nació el 14 de setiembre de 1920 en la localidad de Paso de los Toros (Tacuarembó-Uruguay). En 1924 el pequeño Mario fue matriculado en el colegio alemán de Montevideo, el que abandonó a los 13 años por la imposición del saludo nazi a los estudiantes. Ingresó al Liceo Héctor Miranda, del que se marchó también sin terminar los estudios secundarios. Su formación futura será la de un autodidacta.

Tras una infancia llena de sobresaltos y cambios de residencia familiares empezó su actividad literaria. Siendo adolescente escribió un relato sobre espadachines, que tituló: “El trono y la vida”. Se va formando por sí mismo, leyendo obras literarias sobre todo de sus maestros poéticos: Darío, Vallejo, Machado. Literatura y periodismo se vuelven constantes en su vida. Empezó a escribir en revistas, como Marcha que ofrecía un análisis sobre política, economía y actualidad internacional, como Marginalia, que fue un bastión de Cultura e impulsó a los escritores porteños de la generación del 45, como Número que publicaba también cuentos, poemas y artículos de crítica de importancia social y cultural del país.

Con sus quehaceres literarios y periodísticos no ganaba lo suficiente para vivir, por lo que realizó diversos trabajos en empresas privadas y públicas, aunque sin renunciar a su sueño de convertirse en escritor. Leía y escribía con pasión, y frecuentaba círculos literarios montevideanos. Entabló  amistad con Juan Carlos Onetti, y mantendrá con él una constante correspondencia.

En 1945 publicó su primer poemario: “La Víspera Indeleble”, con versos de corte metafísico y ensueños amorosos. En 1948, la colección de ensayos: “Peripecia y Novela”. En 1949, la serie de cuentos de ambiente urbano: “Esta mañana” y luego: “Marcel Proust y otros ensayos”. En 1950 publicó: “Solo mientras tanto” y en 1953 su primera novela: “Quien de nosotros” y también su obra teatral: “Ustedes por ejemplo” que es representada con éxito en un sala de teatro capitalina.

En 1956 con “Poemas de la oficina” adquiere popularidad. En 1958 sale a la luz  su nueva pieza teatral: “El reportaje”, y luego: “Ida y Vuelta” publicada en la revista Marcha. Le siguen su libro de cuentos: “Montevideanos” y  “La Tregua” junto a su ensayo crítico: “El país de la cola de paja” donde insinúa que con ética, imaginación y unidad de los uruguayos se podrá sacar adelante al país.

En 1959, solidario con los que derrocaron el régimen de Batista fundó, con otros intelectuales el Comité de Apoyo a la Revolución Cubana, que recibió a Fidel Castro en Montevideo. Asumió un compromiso de colaboración con el Partido Socialista a la par que desarrolló un  activismo latinoamericanista, sobre todo en lo cultural y político.

Publicó el poemario “Poemas del hoyporhoy”, con versos introductorios de César Vallejo: “Hoy me gusta la vida mucho menos, / pero siempre me gusta vivir…”. Nos muestra versos creados a raíz de su viaje a Estados Unidos donde, según confesará después, se convirtió en antiimperialista. En 1961 publicó: “Mejor es Meneallo” una serie de artículos humorísticos y en 1963 los poemarios: “Noción de Patria” e “Inventario” dedicados a su esposa Luz López Alegre. En 1965, tras publicar: “Literatura uruguaya siglo XX, publicó: “Gracias por el fuego”,  que reeditará más tarde en España

En 1965 publicó: “Próximo prójimo”, poemario que abre con estos versos de Antonio Machado: “En caso de vida o muerte, se debe/ estar siempre con el más prójimo”. La fraternidad y su preocupación por el prójimo se volvió constante en su obra, En 1966 publicó: “Genio y figura de José Enrique Rodó”. Publicó: “Letras del continente mestizo”, ensayo crítico tanto de clásicos como Darío, Vallejo, Neruda como de escritores más recientes como Fuentes, Cortázar, Donoso y otros. Luego publicó el libro: “Antología Natural”, el poemario: “A ras del suelo" y el libro de cuentos: “La muerte y otras sorpresas”.

Era un hombre abierto al diálogo, amigo de todos, hasta de Raúl Sendic, líder de los “tupamaros”, guerrilleros que empezaron a actuar en Uruguay en la década de los 60. Un escritor  comprometido con el prójimo y las luchas del pueblo teniendo en claro su función como intelectual. La inquietud política podía asomar en una obra, sin que esto constituya su finalidad primordial. Su actividad literaria se amplió e hizo también crítica de teatro y de cine en el periódico Tribuna Popular.

En 1967 viajó a Cuba como jurado del Premio Casa de las Américas de Novela y se estableció allí por un tiempo colaborando con esta institución. Luego viajó a Paris donde residió algunos años. Trabajó en Radio Francia, sustituyendo a Vargas Llosa cuando éste se iba de viaje. Publicó luego: “Quemar las naves”, poemario con referencia a Cuba. En 1970 la novela: “El cumpleaños de Juan Angel”. Hacia 1971 vuelve  a su país donde amplía su actividad literaria y política.

Escribía sobre la vida en Uruguay, considerada La Suiza americana, con su moneda, el peso, más fuerte que el dólar, un ejemplo de elevado nivel económico y cultural en América Latina, que decayó en la década de los 60. Se derrumbó la etapa del bienestar, surgieron conflictos entre el Gobierno y los sindicatos de trabajadores, estudiantes, círculos de intelectuales, conflicto agravado con la caída de la economía, la polarización de la política, el retraimiento de la cultura, la desigualdad social y la injusticia que empujó al Movimiento de Liberación Nacional-tupamaros a empuñar las armas con un ideal revolucionario.

Mario, insertado en la política, fundó, con un grupo de conciudadanos, el Movimiento de Independientes 26 de Marzo, que luego se integró en el Frente Amplio, siendo criticado por los afiliados a otros partidos políticos y además perseguido por la policía. A pesar de su labor como dirigente nunca apostó por la lucha armada “Yo soy un escritor – dijo– no sé qué haría con una arma. Tenía fe en una transformación democrática de la sociedad. Publicó después: “América latina en su literatura” donde analizó la realidad cultural en este lado del continente. Y en 1972: “Los poetas comunicantes” con entrevistas a escritores latinoamericanos preocupados en su función de “comunicar” al lector a través de sus obras.

El 27 de junio de 1973 se dio el golpe de Estado, encabezado por el general Gregorio Alvarez que disolvió el parlamento y prohíbió cualquier manifestación pública, iniciándose un período de dictadura. Mario, en el ojo de los militares, para evitar ser detenido, abandonó el país. Se exilió en Buenos Aires donde realizará diversas ocupaciones para sobrevivir a la par que su labor literaria y cuidándose de la represión peronista contra los grupos de izquierda y los exiliados considerados "rojos" En medio de la barbarie, escribió: “Poemas de otros”.

A finales de 1974 la Alianza Anticomunista Argentina, le dio un plazo de 48 horas para salir del país o lo matarían.  Mario huyó hacia Lima-Perú. Allí empezará a trabajar en el periódico “Expreso” y  para la agencia de noticias Inter Press. Pero el régimen militar peruano también tenía  la mira puesta en los exiliados calificados de comunistas. Y pronto la policía secreta irrumpió en su alojamiento con una orden de deportación contra él. Regresó a Buenos Aires aún en peligro de muerte y finalmente consiguió un pasaje a Cuba dejando atrás aquellos ambientes de represión militar en que se vivía en varios países latinoamericanos.

Después de Cuba residió en España. En 1977 publicó: “La Casa y el ladrillo” y “Cotidianas (1979). En 1981: “Viento del exilio” y en 1982: “Primavera con una esquina rota”. Tras diez años de exilio, en 1983 regresó a su patria. Empezó a trabajar como editor en la revista Brecha y continuó con su labor literaria. En 1986 publicó: “Preguntas al azar” y en 1988: “Recuerdos olvidados”. Luego: “Las soledades de Babel” (1991), “El mundo que respiro” (2001), “Insomnios y duermevelas (2002), “El porvenir de mi pasado” (2003), “Existir todavía”, “Adioses y bienvenidas” (2005), “Testigo de uno mismo” (2008), y otras tantas obras que le dieron reconocimiento internacional.

En 2006, tras la muerte de su esposa, decidió volver definitivamente a Montevideo. Donó buena parte de su biblioteca a la Universidad de Alicante que lo invistió con el título de Doctor Honoris Causa. El 17 de mayo de 2009 falleció en su casa del Barrio Centro de Montevideo, a los 88 años. En su testamento ordenó la creación de la Fundación Mario Benedetti para la conservación de su obra, el apoyo a la literatura y la lucha por los derechos humanos en Uruguay. Por su obra prolífica y con un alto valor social y humano, obtuvo numerosos premios y distinciones. Es uno de los más importantes escritores latinoamericanos  contemporáneos.

2 de noviembre de 2021