PANDEMIA
Un fenómeno sin precedentes en la historia de la humanidad: la expansión de un virus letal en todo el mundo. Fuertes epidemias han asolado a diversos países desde la antigüedad, pero ninguna se manifestó tan destructiva ni traspasó fronteras con tanta rapidez como lo hace la pandemia del coronavirus.
PANDEMIA
Un fenómeno sin precedentes en la historia de la humanidad: la expansión de un virus letal en todo el mundo. Fuertes epidemias han asolado a diversos países desde la antigüedad, pero ninguna se manifestó tan destructiva ni traspasó fronteras con tanta rapidez como lo hace la pandemia del coronavirus.
El virus brotó en China y, favorecido por la cantidad de personas -muchas de ellas convertidas ya en agentes portadores del virus,- que continuamente se trasladan de un lugar a otro en diversos medios de transporte, se esparció en unos días por todos los continentes rompiendo el ritmo normal de la vida.
El bicho apocalíptico afecta a las personas contagiadas causando sequedad de garganta, fiebre, tos, trastornos en las vías respiratorias; actúa rápidamente ocasionando graves neumonías y la muerte. Nadie está preparado para afrontarla. La propia Ciencia médica desconoce la vacuna capaz de detenerla. Los gobiernos, aconsejados por los profesionales sanitarios, imparten medidas preventivas como la cancelación de todo tipo de actividades, el cierre de colegios, comercios, recintos feriales, la prohibición de ir por la calle sin motivo justificado, el confinamiento de las personas en sus casas.
En España, hay ya más de 2,100 fallecidos y más de 33,000 contagiados. El presidente Sanchez extiende el Estado de Alarma hasta el día 11 de abril. La población temerosa permanece en sus casas, excepto los que salen a trabajar o comprar alimentos básicos, que deben hacerlo protegidos con mascarillas y guardando la distancia de seguridad de metro y medio respecto a otra persona, sea en el Metro, el mercado o la calle.
Empresarios y trabajadores esperar la ayuda del Gobierno Mientras, se multiplican los despidos, y los ERTE (expediente de regulación temporal de empleo) inundan las oficinas del INEM (Instituto nacional de Empleo) Los autónomos no pagarán su cuota a la seguridad social durante el Estado de Alarma y aguardan la prestación ofrecida del 70% de sus bases de cotización para paliar la falta de ingresos causada por el cese de sus actividades. También la Generalitat de Cataluña ofrece una subvención de hasta 2000 euros para autónomos que puedan demostrar pérdidas económicas adjuntando documentos oficiales.
La Comunidad Europea tarda en disponer medidas eficaces para combatir el mal. Sus estados miembros, en un sálvese quién pueda, aplican las que consideran más convenientes, aunque hace falta equipamiento. En España hay escasez de mascarillas y material sanitario. Médicos y enfermeras han debido improvisar trajes protectores hechos con bolsas de basura. Y las infraestructuras sanitarias colapsan ante la avalancha de gente afectada por el virus, lo que obliga a adecuar centros de atención hospitalaria en hoteles, campos feriales y otros espacios privados o públicos.
La situación es crítica, y según predicciones, aún no se llega al punto álgido a partir del cual decaerá la expansión de la pandemia. De momento, se recomienda cuidarse, no salir de casa. Esperar la recuperación del trabajo y las actividades no realizadas en estos días de confinamiento general, la vuelta a la normalidad, que traerá consigo una factura elevada que deberá asumirse con la misma valentía con la que hoy se lucha contra este enemigo bacteriológico.
Jorge Varas
Barcelona 23 abril 2020