PAJAROS AZULES
PAJAROS AZULES
¿Pájaros azules? Yo sé de tres, no diré sus nombres. Uno, era un pajarito de piel blanda, que cruzó el charco volando, emigrante de a pie, casi indigente llegó a Barcelona y trabajó como un condenado a trabajar. La piel se le quedó azulada de tanto manipular baquelita en una fábrica y hasta perdió el dedo de una mano. Pero, el pajarito empecinado consiguió su objetivo de tener un piso propio y una buena pensión. Y hoy, con cincuenta años, es un pajarito jubilado que anda viajando por el mundo.
El segundo pájaro, uno que vende décimos de la ONCE. Va en silla de ruedas a su jaula callejera, donde además de charlar con sus clientes, oye la radio, canta, come y mea. El pajarraco es engreído, egoísta y desconfiado. Se vuelve loco por las mujeres esbeltas, discute con sus vecinos y cuando no ronca vigila su propiedad con una escopeta que esconde bajo su colchón. “Ya se van a enterar –dice- los que se atrevan a robarme. ¡Joder!” Este pájaro loco tiene las venas del cuerpo azul marinos de tanto renegar. Pero él es así y nadie lo puede cambiar.
El tercero, un avechucho parado que andaba triste arrastrando su postrera pluma. Sin oficio ni beneficio, vagabundeaba por la calle buscando comida. Hasta que un impulso inevitable lo convirtió en pájaro frutero. Se metía al bolsillo todas las frutas que podía coger de los quioscos del Mercado. Así vivió feliz, durante un tiempo, comiéndose las ricas frutas hurtadas, hasta que fue capturado por la policía. Y, el pobre pájaro, privado de su libertad, se ha vuelto azul de tanto revolotear buscando sin cesar una salida entre las paredes de su celda
¿Pájaros azules?. Los hay muchos. Mejor mantenerlos en el anonimato.
Jam Literaria (Barcelona 2019)